martes, 24 de noviembre de 2015

Buscaba por mis sueños y mi imaginación algo que me calme
Buscaba en sustancias algún tipo de paz, alguna visión integradora que me lleve más alla y me de tranquilidad
Buscaba sin saber para qué, a dónde quería llegar
Buscando te encontré
Y me das paz, y lo haces a la inversa, me llevas al centro, a la tierra (con los pies descalzos)
Me tenés paciencia, una tan honda que a cada respiro debería rasparte...
No tengo idea qué hice para merecerlo
Me das todos los días, sin ninguna irregularidad, eso que le dicen amor
Me respetas inclusive cuando no quiero que lo hagas, me haces el amor inclusive sin que te haya pedido que sea así
Me llevas a cada lugar de Buenos Aires donde me gustaría estar, pero sobretodo me llevas con vos a donde vayas
 Me compartís tu vida como si no te dieras cuenta que puede ser la única que tengas
Me abrís las puertas de todos los lugares, de todos tus recovecos, sabiendo que puedo herirte en cualquier momento (lo sabes, no?)
 Manejo la radio del auto sin que te alteres, entro a todos los locales con vos, te uso las tarjetas de crédito aprovechándome de los descuentos que tienen, te robo meriendas, te hago faltar a la facultad, me pongo a llorar de repente, me enojo, me desenojo, me río, te pellizco, te muerdo, te crítico las medias, me sonas la espalda en donde sea (incluida la nueve de julio), te ataco a besos cuando tengo ganas, te arrastro a charlas de derecho, me cuelgo hablándote de historia, de la facu, del trabajo, de mi pasado, de mi futuro, elegimos películas (tardamos más en eso que en verlas), decimos que vamos a compartir libros y colgamos, no nos dejamos hablar de las series que vemos porque en un futuro las queremos ver también, y sí, te robo netflix. Dos por tres te hago romper la dieta, te pido helado, te pido muchísimo de tu tiempo.
Hace ya casi diez meses que te decía que todo era demasiado rápido, que nos demos tiempo, y vos siempre me dijiste que me quede tranquila. ¿Cómo no hacerlo si sé que me cuidas vos?
Busqué por mucho tiempo algo por sobre encima de los humanos, y encontré en lo más humano lo que buscaba. Y después de este tiempo, me di cuenta que el amor no es querer cambiar a la otra persona, es aceptarla y mejorar juntos por el tiempo que se pueda hacerlo.
No es la solución, el amor no me soluciona todos los mambos que acumule en este tiempo encubriéndolos, pero es el amor lo que me motiva a resolverlos.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Sinopsis rápida

-A ver, leeme
-Con su plaza adoquinada y su antiquísima abadía, Pagford parece un típico pueblecito inglés, un lugar idílico en el que la vida transcurre con plácida tranquilidad.
Sin embargo, sus habitantes están inmersos en una realidad muy diferente. Tras la conmoción causada por la súbita muerte de Barry Fairbrother, se desencadena una auténtica batalla en sordina por ocupar la vacante dejada por Barry en el concejo parroquial, donde se dirime el destino de una urbanización de dudosa legalidad.
Y cuando la tensión hace aflorar una serie de conflictos latentes que involucran a todo el pueblo -hijos contra padres, pobres contra ricos, mujeres contra maridos, alumnos contra maestros-, la pasión, la hipocresía y, especialmente, los secretos que suelen anidar en una comunidad pequeña desempeñarán un papel decisivo en el futuro de Pagford.
La primera novela para adultos de J.K. Rowling. Una gran obra de una narradora extraordinaria.


Cuántas veces me dijeron que leo muy rápido, y ahí estaba él leyendo de igual manera.
Lo hiciste como si se te escaparan los segundos y corrieses una carrera, al final de la sinopsis bajaste un poco la voz y el ritmo y te quedaste mirándolo. 
Así, de esa misma forma, es como lo hago yo. 


Zona de confort

Hola, soy la misma cabeza dura de siempre. Bueno, vos no me conoces, pero te voy a contar de mí:

Los viajes más largos los hago con los ojos abiertos y la cabeza en la almohada, así viajo y pocas veces viajo con luz. Pasa que a veces, la realidad se me cruza con los sueños y no puedo hacer más que tirarme al acantilado de la vida, en bolas. Sí, así no más juego a volar sin alas y me tiro sin pudor, no tengo problema en deshacerme antes de llegar o deshacerme con el impacto de la llegada. Así me gusta ser. Tornadito, impulsiva, características que aterran a la zona de confort son donde te encontré. Ey, vos. Me robaste la cabeza. Sí, ahora mismo estoy cancelando salidas, reordenando mi agenda, tal vez un poco sabiendo que vos también lo haces, o que vos también no lo haces. No me importa mucho, estoy con los ojos cerrados sintiendo el teclear y asegurando que mi agenda queda cerrada hasta la próxima herida visible.
Eso no era lo que quería que supieras de mí, siempre desvirtuando todo... llevando todo a lo que quiero que sepan y no a lo que tengo que decir... Tengo que contarte que me aburro todo el tiempo, la vida sin desafíos es tediosa, la vida sin planes no tiene sentido. El futuro le da sentido al presente, he leído o me lo he inventado, no sé.
No le doy paz a nadie, pero encuentro mucha paz en eso. No me gusta quedarme sentada con la mente en blanco, pero sí me gusta acostarme abrazada a los sueños. No tengo problema con lo rápido, me gusta el viento en la cara. A donde quiera que piense que la voy a poder jugar meto todas las fichas, y aunque me hagan jaque mate me siento ganadora porque jugué. Si perdió el otro me da lástima, siento lástima por la gente de forma continúa. La gente que pide en la calle, por ejemplo, me da lastima y no les doy nada; es que eso no les va a modificar la vida. A veces veo que ellos tienen más ganas de vivir que uno, buscar alimento es una tarea más difícil que la de buscar una vocación.
Hola, acá me tenés. Juguemos. Pero no me eches la culpa, vos pusiste esos ojos y se transformaron las miradas en fichas sin pensarlo, no sé en qué momento tenía tu mano en mi mano, mi mano en tu mano, tu mano en mi cara, un abrazo, un beso rozandonos, muy lento para hacer de cuenta que lo somos. Dos besos, qué rico olor. Y derepente sé, por un tiempo no voy a poder besar a nadie más. Bueno, che, sé que no debería, pero esos ojos... no me eches la culpa a mí, vos me miraste. No hacia falta que los claves de esa forma, un puñal de caricias a mi corazón. Ay, en qué te metiste...
No sabes que esto paso, no sé si lo vas a saber, pero sé que no voy a encontrar a alguien mejor. No quiero que lo sepas tampoco, con saberlo yo misma me alcanza para torturarme toda la vida.
qué hacemos, amor
a dónde querés ir
con vos no voy a ir a ningún lado, amor
me subo a otro tren, perdoname... quiero llegar

(yendo a donde sea, pero no dejar de ir)